Magistral. El propio circuito PGA alucinaba con la gesta completada por Jon Rahm en Hawai. El de Barrika materializó ayer la remontada más grande desde 1978, reduciendo una ventaja de hasta nueve golpes ante un frustrado Collin Morikawa.
Que este campo era propicio para su juego había quedado más que demostrado en anteriores ediciones. Rahm acudía al Sentry Tournament of Champions como subcampeón en 2018 y 2022, y lo vivido este fin de semana pasará a la historia como una de las mayores hazañas de los últimos tiempos. Bien es cierto que la jornada de Morikawa abrió las puertas para rematar una remontada digna de estudio, pero muy pocos podrían haber sido capaces de levantar una desventaja de casi diez golpes.
El norteamericano llegó al último día de competición con un nivel de juego asombroso. Collin se afianzó como líder indiscutible tras las tres primeras jornadas, con una confianza y acierto en el putt admirables en el primer torneo del año. Con todos los hoyos completados al par, con birdies o eagles, el estadounidense empezó la tarjeta decisiva con siete golpes sobre sus perseguidores. El propio Rahm arrancó la última jornada con un bogey y colocándose a una distancia prácticamente insalvable. Era su momento.
Desde entonces, ocho birdies y un eagle permitieron a Jon colocarse líder en solitario a falta de tres hoyos. Fallos inexplicables para el nivel de Morikawa pasaron factura psicológicamente en el juego del yanqui, totalmente ido en la última parte de la competición.
Jon Rahm aseguró su victoria completando otro birdie más en el último hoyo, alcanzando así su octavo título en el circuito PGA y el décimo octavo de su carrera deportiva. Memorable cuanto menos una gesta que, desde bien pronto, se postula como uno de los momentos del año para el deporte español.
