Tan sólo cuatro tenistas españolas habían sido capaces de levantar un WTA1000 (o su equivalente en años anteriores) hasta la fecha: Conchita Martínez, Arantxa Sánchez Vicario, Garbiñe Muguruza y Maria José Martínez. Esta madrugada, tras más de 3 horas de una batalla épica, Paula Badosa ha logrado pasar a la historia al ser la primera jugadora nacional en conquistar Indian Wells.
En condiciones normales, este torneo, considerado el “quinto Grand Slam”, se encuadraría en el mes de marzo. No obstante, debido a la pandemia, esta edición se ha visto relegada a la cola de la temporada. Este hecho no le ha quitado expectación, todo lo contrario. Los mejores tenistas del actual curso se están jugando una importante cantidad de puntos que les permita el acceso a las ATP/WTA Finals, objetivo que Paula tiene al alcance de su mano.
La actuación de la armada española podría resumirse, al margen de Badosa, como discreta. Tempranas derrotas de Garbiñe, Sara Sorribes y Nuria Parrizas en féminas. En categoría masculina nuestros mejores representantes fueron Roberto Bautista, Albert Ramos y el bronce olímpico en Tokio, Pablo Carreño, que se quedaron en tercera ronda.
Sin embargo, la garra, la evolución psicológica en la pista y la forma de ganar de Badosa pusieron desde el principio todos los focos en ella. No se trata de una desconocida en el panorama internacional, pues la tenista española lleva un año magnífico con su primer título WTA 250 en Belgrado y unas semifinales en el Mutua Madrid Open. Paula Badosa, nacida en Nueva York, se alzó en el desierto californiano conquistando así su segundo título, todo un WTA1000.
Su camino no ha sido para nada sencillo, alzando aún más el mérito de lo logrado esta noche. Con un cuadro muy complejo de resolver, el primer escollo lo solventó sin muchos apuros ante la ucraniana Yastremska por un 6-4, 2-6, 6-2. En la siguiente ronda la oponente fue la jovencísima Cori Gauff (actual número 23 del ranking) ante la que mostró una exhibición tenística marcando un doble 6-2 a favor. La actual campeona de Roland Garros y oro olímpico en categoría de dobles, Barbora Krejcjikova, se presentaba como un reto mayúsculo a hacer frente. Paula volvió a obsequiar a los aficionados con su mejor tenis, superando a la checa por un contundente 6-1, 7-5, sumando así una nueva victoria este año ante otra TOP10 mundial. La rival en cuartos fue Angelique Kerber, triple ganadora de Grand Slam y plata olímpica en Rio 2016, que cedió ante la española por 6-4, 7-5. Se disputó el acceso a la final ante la tunecina Ons Jabeur, una de las revelaciones de la temporada. Paula siguió la estela de Muguruza en Chicago para endosar a la africana un doble 6-3 que la catapultó hacia su primera final de un WTA1000. Una final en la que ya le esperaba Victoria Azarenka. La bielorrusa, ex-número 1 del mundo durante 51 semanas, doble ganadora de Grand Slam, oro olímpico en dobles mixtos y bronce individual en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, acudía a la cita tras varias semanas demostrando volver a estar al nivel de hace algunos años.
El partido por el título, disputado esta madrugada y ofrecido en directo por Teledeporte, ha sido un auténtico recital tenístico; un partido de los que aguardan en la retina de todo espectador. El resultado; 7-6, 2-6, 7-6, tras más de 3 horas de encuentro. Tres entrenadores distintos en menos de una temporada, 23 años de edad, una evolución psicológica dentro de la pista propia de una futura estrella. El tiempo dictará; ¿qué dice el presente? Primera española en levantar un Indian Wells. Quinta en nuestra historia en proclamarse vencedora de un WTA1000. Y si no ocurre nada raro, clasificación asegurada para las WTA Finals del próximo mes de noviembre, en el que junto a Garbiñe Muguruza, el equipo nacional acudirá con dos tenistas entre las ocho mejores del mundo.
El tenis femenino español ha vuelto para quedarse. Ahí es nada.