Aún en curso la actual temporada tenística, ya suena con fuerza el Open de Australia de 2022. Programado del 17 al 30 de enero, será el primero de los cuatro Grand Slam que componen el circuito WTA/ATP de la próxima campaña.
Al igual que ocurrió el año anterior, la pandemia repercutirá en el desarrollo del torneo. No fueron pocos los tenistas que vieron afectada su preparación y participación por contacto o infección, como fue el caso de los españoles Paula Badosa y Carlos Alcaraz. Dicho evento se celebra en la capital del estado de Victoria, Melbourne, donde sus cinco millones de residentes llevan confinados un total de 265 días.
Varias voces del tenis se han pronunciado en contra de la vacunación. El ejemplo más claro y significativo se encuentra en el nueve veces ganador del Open de Australia, Novak Djokovic. El serbio ha llegado a declarar públicamente: “Me opongo a la vacunación y no me gustaría que nadie me obligase a hacerlo para poder viajar”. Llegando incluso a dudar sobre su participación si dichas medidas siguen vigentes. También se ha mostrado contrario el jugador griego Stefanos Tisipas, el cual alegaba hace algún tiempo que “la falta de estudios sobre la población menor de veinticinco años le hace reticente”. En cuanto al mundo WTA, Aryna Sabalenka, la número dos del ranking, declaró: “la vacuna me produce desconfianza”.
Se estima que alrededor del 40% de los jugadores profesionales no han recibido la pauta vacunal. Únicamente el 50% de los participantes en el pasado US Open la habían recibido. La organización del Grand Slam oceánico será inflexible, siguiendo el protocolo del estado de Victoria.
“Al virus no le importa tu ranking, si eres mejor o peor tenista; necesitas estar vacunado para protegerte a ti mismo y a los demás”
Daniel Andrews, jefe del gobierno de Victoria
Tennis Australia, el Comité Organizador del Open, aún no ha afirmado públicamente si realmente será necesario estar vacunado para poder participar. Lo que sí es seguro, a día de hoy, es la obligatoriedad de estarlo por parte del estado de Victoria para poder viajar allí. Deberá producirse, por tanto, un acuerdo entre ambas partes para poder comunicar a los tenistas la norma a seguir.