Tan solo cuatro triatletas españoles pueden presumir, a día de hoy, de ser campeones de Europa. A nombres como el de Javier Gómez Noya, Iván Raña y Ana Burgos se ha unido, gracias a su brillante actuación en Madrid, David Castro.

El albaceteño remató en la capital española una remontada digna de estudio con un vibrante final de carrera ante el pequeño de los hermanos Brownlee. Bajo formato duatlón debido a la imposibilidad de disputar la prueba de natación, las Federaciones Europea y Española de triatlón celebraron este fin de semana un continental que ha supuesto uno de los grandes momentos para nuestro deporte en lo que va de año. Castro charla con el equipo de La Olimpipedia satisfecho con el trabajo realizado y con ganas de seguir cosechando éxitos en el camino hacia París 2024.

P: En primer lugar, enhorabuena por esa medalla de oro europea, David. ¿Vas asimilando poco a poco lo que has conseguido?

R: ¡Muchas gracias! Ahora estoy en una nube, no paro de atender entrevistas, me encuentro en mi pueblo [La Roda, Albacete] con mi gente durante unos días y, por supuesto, sin dejar de entrenar. Estoy enfocado en la siguiente competición y eso hace que apenas haya tenido tiempo de pensar en lo que he logrado. Seguramente al final de la temporada lo valore más, pero ahora es inviable distraerse. Incluso un exceso de motivación o celebración puede pasar factura a los objetivos que tenemos marcados.

P: Es curioso el razonamiento que compartís prácticamente todos los deportistas en cuanto a la relativización del éxito y el escaso período de tiempo que os dura ese momento de felicidad.

R: El recuerdo te lo llevas para siempre, pero no hay tiempo que perder. Además, con los continuos viajes que tenemos te extraes en cierta manera de esa órbita de alegría y fantasía que se genera en tu círculo. Saque el resultado que saque, la post-competición de cada prueba siempre la afronto igual. Recuperar, analizar lo que puedo mejorar y seguir entrenando.

“Estaba haciendo los mejores entrenamientos de mi vida y, por cualquier circunstancia, en competición eso no salía”

P: Luego cambiaron las condiciones y quizás eso trastocó vuestros planes pero, ¿Cómo llegaba David Castro a este Campeonato de Europa?

R: Al venir de Nueva Zelanda a finales de marzo tenía dos citas importantes a preparar en Yokohama y Cagliari. Por jet-lag y unas condiciones muy duras tuve que retirarme en la bici en la primera de ellas, y eso me afectó psicológicamente. Llegué a Italia con mucha ansiedad y con un problema mental importante. Estaba haciendo los mejores entrenamientos de mi vida y, por cualquier circunstancia, en competición eso no salía. Estuve cerca de no competir en el europeo, primero porque al principio estaba en lista de espera, y aunque luego entré, mucha gente cercana me estaba recomendando no acudir a Madrid.

P: ¿Qué te hizo ir, finalmente, al Campeonato de Europa?

R: Yo era consciente que mi problema estaba en competición, y ese bloqueo que estaba sufriendo en la bici no se iba a solucionar entrenando. Negué cualquier opción de retirarme, no quería sumar más presión a la que ya estaba sufriendo en las últimas semanas. Quise asistir al europeo sin un objetivo claro de resultados, con el único propósito de solventar esas malas sensaciones.

P: Comentas, David, que sufrías una especie de bloqueo psicológico. ¿Qué te ocurría exactamente y, aplicado a la competición, cómo lo notabas?

R: Básicamente no estaba para competir, no tenía la cabeza centrada en ello. En la Copa del Mundo de New Plymouth (Nueva Zelanda) quise ver mi evolución en la bicicleta, que a día de hoy puedo asegurar que es mi talón de aquiles. Al ver que no salían los resultados y, sobre todo, que las condiciones no acompañaban, me creé una presión innecesaria que repercutió físicamente luego en competición. Estuve totalmente desconectado.

“Mi psicólogo me hizo canalizar los pensamientos y restarle importancia a los negativos”

P: ¿Qué solución buscaste?

R: Tuve la opción de quedarme en Madrid desde que vinimos de Cagliari y aguantar aquí hasta el europeo. Decidí volver a casa, aquí a La Roda, para hablar con mi psicólogo. Me hizo canalizar los pensamientos y restarle importancia a los negativos. Llegado al punto extremo de que nuestro cerebro nos pida parar, toca hacer una lucha interna para seleccionar las ideas que puedan ser constructivas y desechar las que nos perjudiquen. Eso, en competición, viene muy bien y supe aplicarlo a la perfección.

P: ¿Cómo reaccionaste ante la cancelación de la prueba de natación en Madrid? ¿Lo consideras parte de la competición o te parece poco serio hablando de un Campeonato de Europa?

R: Lo primero que pensé fue en cómo iba a cambiar la carrera, no tanto en cuanto a mis posibilidades, sino a los rivales que ahora podrían pasar a contar como candidatos. Aquellos que no son fuertes en natación ahora podrían estar en el primer grupo desde el principio, lo que hace que la competición sea más abierta. Pero bueno, todo lo que había estado trabajando con mi psicólogo me hizo no darle tanta importancia y afrontar de igual manera la carrera, saliese lo que saliese. No quise ni quiero entrar en valoraciones sobre ello. Como ya he comentado, mi objetivo era terminar con buenas sensaciones y dejar atrás esa ansiedad durante el tramo de bici que estaba lastrando mis resultados.

P: ¿Cuál consideras que fue la clave de la prueba para que te llevaras el oro?

R: La gente me felicita por, supuestamente, haber tirado de estrategia. Me dicen, “¡Qué bien aguantaste y reservaste para aprovechar tu final!”. Y, la verdad, nada más lejos de la realidad. Desde el comienzo salí al máximo, lo que ocurre es que no pude seguir el ritmo de los líderes en el primer tramo a pie. Las últimas vueltas de bici provocaron mucho cansancio a los que se habían escapado, y eso nos hizo poder recortar bastante. Me vi bien físicamente y pude aprovechar la última parte para completar la remontada.

P: Tienes experiencia en duatlones, cross, carreras de acuatlón con éxitos como el oro mundial de 2021, por supuesto en el triatlón en todas sus distancias… ¿Qué tipo de triatleta te consideras a día de hoy?

R: Yo me defino como un deportista camaleónico, me intento adaptar a cualquier circunstancia y eso lo llevo a la competición. Desde bien pequeño he intentado solventar las dificultades y potenciar mis puntos fuertes. Por ejemplo, ahora en bici tengo bastantes problemas con las curvas y desde hace algún tiempo estoy yendo mucho a un polígono a practicarlas.

“Ha sido la primera pretemporada que dedico a mí mismo; eso me ha servido para darme cuenta de los errores que estaba teniendo y solventar problemas psicológicos”

P: ¿Dirías que actualmente, con un pequeño paréntesis en el bache psicológico que nos has comentado, estás en el mejor momento de tu carrera?

R: Sí, yo pienso que sí. En las tres modalidades nunca he tenido bajones demasiado graves, siempre he ido mejorando y buscando ese punto de motivación para evolucionar en las tres. Todo ello me ha servido para construir el deportista que soy ahora. Otros años he empezado las pretemporadas con compañeros como Javi Gómez Noya o formando grupo con otros triatletas, y eso ha cambiado. Es la primera vez que me dedico a mí mismo, y eso me ha servido para darme cuenta de los errores que estaba teniendo y solventar problemas como el que hemos tratado antes. Agradezco que todo esto haya ocurrido ahora y no en momentos clave como el año que viene.

P: Como sucede con la mayoría de deportistas de élite, vemos que tienes la parte y el trabajo psicológico muy presente en tu día a día.

R: ¡Por supuesto! Si cuando tienes una lesión muscular vas al fisioterapeuta con total normalidad, es vital para un deportista eliminar los tabús y estigmas del apartado psicológico. Si no exteriorizas tus inquietudes, reflexiones o problemas, al final estallas. Hay que naturalizar los momentos de miedo y ansiedad, si los escondes no te va a servir de nada y eso, por supuesto, te va a afectar en los momentos importantes de competición.

“La idea de la Federación es, de aquí al año que viene, competir en la mayor cantidad de sitios posible y con variedad de triatletas para que eso nos asegure las tres plazas olímpicas”

P: Ahora, de hecho, entráis en una parte clave en el camino a París 2024 en la que tenéis de plazo hasta mayo del año que viene para registrar resultados de cara al ranking olímpico. ¿Qué objetivos te marcas esta temporada?

R: Ahora vamos a México a disputar la Copa del Mundo de Huatulco, y después nos toca competir en las Series Mundiales de Montreal y, además, otra parte del equipo [David Cantero, Mario Mola y Alberto González] irá a los Juegos Europeos. Probablemente descanse unos días para poder preparar con garantías la segunda parte de la temporada, en la que aparecerán retos importantes como el Test Event de París 2024 o la final de las Series Mundiales en Pontevedra. Todo ello con un objetivo colectivo que es mantener las tres plazas masculinas. La idea de la Federación es, de aquí al año que viene, competir en la mayor cantidad de sitios posible y con variedad de triatletas, para que eso nos asegure los puntos necesarios. La lucha interna española ya se verá, pero es mejor repartirnos tres plazas en lugar de dos entre los siete que actualmente tenemos nivel para ir a los Juegos.

P: ¿Cómo valoras el nivel actual del triatlón español?

R: Muy alto, estamos entre las potencias mundiales sin duda. Solo España y Francia tendrían tres plazas masculinas a día de hoy. La competitividad nacional nos beneficia mucho y eso se nota. Es cierto que muchas veces nos falta esa continuidad de competición por lesiones u otras circunstancias, pero es innegable que actualmente nuestro país puede estar satisfecho con el nivel que tenemos.

“Es cierto que estamos en pleno cambio generacional, pero quizás nos falte agruparnos en concentraciones y retroalimentarnos entre nosotros para que España tenga ese salto de calidad que a día de hoy nos falta”

P: ¿Qué piensas que estamos haciendo bien para tener ese nivel y, por otro lado, qué consideras que nos falta para llegar a ese punto de, regularmente, estar entre los mejores de cada competición?

R: La cultura competitiva que han creado figuras como las de Iván Raña o Javi Gómez Noya han ayudado mucho. En parte, el triatlón español es lo que es a día de hoy por ellos. Los deportistas de categorías inferiores se ven reflejados en ambos y, claro, su ilusión por llegar a ser los mejores es muy grande. Todo ello hace que entrar en las selecciones españolas de cualquier edad y, posteriormente, a nivel senior, sea muy complicado. En general se trabaja bien, y que la Federación apueste por una estrategia de competir durante casi todo el año creo que es positivo para nosotros. Sin embargo, sí es cierto que nos queda ese pequeño escalón al que llegar, sobre todo siendo conscientes que estamos en pleno cambio generacional. Quizás, reagruparnos en concentraciones sea bueno para conocernos como equipo y retroalimentarnos.

P: Mencionabas antes el Test Event de París 2024. Hace poco se reveló el recorrido oficial y, quedándonos cortos, pinta espectacular si la organización es medianamente buena.

R: ¡Sí, sí! ¡Sin duda! En París ya hice un Grand Prix compitiendo en la liga francesa, y correr bajo la Torre Eiffel fue espectacular. Nadamos en otro sitio distinto, pero la segunda transición fue bajo la Torre Eiffel y me quedé impresionado. Todo ello sumado a que lo del año que viene son unos Juegos Olímpicos, estoy seguro que será una auténtica locura. Además, venimos de Tokio 2020 sin aficionados y con el ambiente que dejó la pandemia, por lo que la gente lo va a coger aún con más ganas.

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