La Federación Española de Rugby convocó ayer una rueda de prensa urgente para esta misma mañana en el Consejo Superior de Deportes a raíz del (segundo) ridículo histórico que ya sonroja a nuestro deporte.
La selección masculina quedó descalificada del próximo Campeonato del Mundo por el caso Gavin van der Berg. La ‘World Rugby’, organismo que dirige el Rugby mundial, aceptó la denuncia de la Federación Rumana por la alineación indebida del equipo español durante dos partidos de la fase clasificatoria hacia el mundial. Además, el propio jugador de origen sudafricano habría falsificado su pasaporte y su fecha de entrada a España, trámites a los que la Federación Española de Rugby no ha sabido hacer frente ni estar a la altura, por segunda vez seguida.
Por motivos administrativos, el combinado nacional también quedó expulsado del último Campeonato del Mundo. Los jugadores, aficionados y seguidores estallaron ayer en redes sociales, mostrando su total indignación con la cúpula que dirige el rugby español, la cuál esta mañana, con Alfonso Feijoo al frente, ha explicado que recurrirán la decisión ante la ‘World Rugby’.
Tras ello, el propio Feijoo ha asegurado que presentará su dimisión de un cargo que ocupa desde mayo de 2014, a pesar de no reconocer al completo su culpabilidad ni mostrar ningún atisbo de disculpa o arrepentimiento en nombre de la Federación. De hecho, la tónica vista durante la rueda de prensa, como es habitual en la mayoría de federaciones españolas en estos casos, ha sido la de echar balones fuera. Se ha llegado a afirmar, incluso, que “hay hasta tres personas que reconocen haber falsificado el pasaporte”, lo que podría llegar a acarrear, además de deportivas y económicas, consecuencias penales.
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